FLORA, FAUNA E HIDROGRAFÍA

FLORA, FAUNA E HIDROGRAFÍA
FLORA:
Las plantas están agrupadas dentro de un gran reino denominado el Reino Verde o Plantae, el cual abarca toda especie vegetal terrestre, desde musgos y hepáticas, pasando por los helechos, las coníferas y las plantas con flor. Es el segundo grupo biológico más diverso después de los Artrópodos (arañas, insectos, crustáceos, entre otros), cuyas formas actuales surgieron hace más de 360 millones de años.


Colombia posee sus propios pinos, muy distintos a los introducidos provenientes de Norteamérica, pero similares en que no dependen de las flores para reproducirse. Su valor es aún mayor dado que sus poblaciones se encuentran bastante reducidas y su desconocimiento es amplio, tanto por investigadores como para la sociedad en general. Tan solo algunas comunidades locales lo han aprovechado, dada la alta calidad de su madera. Pertenecientes a la familia Podocarpaceae, son ocho taxa organizadas en tres géneros, Podocarpus, Prumnopitys y Retrophyllum, todas conocidas comúnmente como chaquiro, pino romeron, pino colombiano, pino silvestre, pino real, entre otros (Pacheco & Corredor, 2005). De estos, cuatro se encuentran en Boyacá, de los cuales dos se encuentran en categoría Vulnerable y dos como Casi Amenazadas.

El gobierno del departamento de Boyacá inyectará recursos para salvar esta especie de frailejón en su hábitat natural, el parque natural municipal Ranchería, en Paipa, del que es endémica.
Por su parte, el Centro Iberoamericano de la Biodiversidad, sostiene que cada tres horas desaparece una especie de flora o fauna de la faz de la tierra; mientras que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, afirma que en Colombia 1.203 especies están amenazadas, de las cuales aproximadamente 800 son de flora.
“Estas cifras tan alarmantes nos obligan a actuar desde lo regional. Tratar de recuperar la Espeletia Paipana y el apoyo a viveros. Tratar de salvar una especie es tratar de salvar la vida misma”, manifestó el gobernador.
FAUNA:
En correspondencia, Boyacá conjuga una serie de diversos ecosistemas, influenciados principalmente por el costado occidental por los valles mencionados anteriormente, y por el costado oriental por la Orinoquía. Sus páramos y otros ecosistemas de alta montaña son fuente de un alto grado de endemismos, que resaltan la compleja evolución que han tenido como sistemas aislados. A pesar de esta diversidad de paisajes, aun se desconoce gran parte de la variedad biológica manifestada en los principales grupos animales: invertebrados (insectos, arañas, escorpiones) y vertebrados (aves, mamíferos, reptiles, anfibios). A continuación, se hará un repaso somero sobre algunos grupos basados en revisones de estudios previos en Colombia y el departamento. Esta información es precisa en la medida que se presentan aproximaciones a la diversidad, la cual esta en constante cambio. 

Aunque Boyacá no contiene especies de Aves limitadas únicamente al territorio (endémicas), tiene una responsabilidad mayor al brindar áreas geográficas a especies endémicas del país. Por ejemplo, del total de especies de Aves endémicas de Colombia, 48 se encuentran dentro de los límites del departamento, compartiendo especies con Santander y Cundinamarca. Dentro de estas especies se destaca el chango de montaña (Macroagelaius subalaris), el cucarachero de apolinar (Cistothorus apolinari), el cucarachero de niceforo (Tryophilus nicefori), el inca negro o Príncipe de Arcabuco, (Coeligena prunellei), el capito enmascarado (Capito hypoleucus), la quincha de soata (Amazilia castaneiventris), la tingua andina (Rallus semiplumbeus), entre otras. La perdida de una de las especies emblemáticas de las lagunas y humedales altoandinos, el zambullidor andino (Podiceps andinus), hace recordar la importancia de conservación de estas especies, a través de estudios que permitan establecer el estado de las poblaciones de aves, así como su relación con los habitantes locales de manera que se adopte una visión conciliadora y de respeto de las distintas formas de vida. 

En cuanto a mamíferos, Colombia ocupa el cuarto lugar con 518 especies, de las cuales 56 son endémicas, que corresponde al 10%. Boyacá es hogar de cerca de 100 especies de mamíferos; del total de especies endémicas del país, el departamento contiene únicamente cinco especies de mamíferos. De estas, una es endémica de los páramos del altiplano Cundiboyacense, el ratón de patas blancas, Thomasomys niveipes. Los mamíferos cumplen importantes roles en los ecosistemas. Existen los que controlan poblaciones de pequeños vertebrados, hasta los que hacen efectiva la germinación de semillas, gracias al tratamiento que pasan durante el transcurso del tracto digestivo hasta su disposición en el suelo. Especies de mamíferos de gran interés para la conservación son los venados cola blanca (Odocoileus virginianus), el león de monte (Puma concolor), el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), y los gatos de monte (Leopardus spp.), debido a que de su cuidado dependen otras especies de plantas y animales, vitales para los ecosistemas. 

En general, tortugas, cocodrilos, serpientes, culebras y lagartijas están consideradas dentro del grupo de los reptiles, y tal com su nombre lo indica, se caracterizan por su andar reptante, en contacto cercano al suelo. De las 537 especies de reptiles en Colombia, 115 son endémicas; es decir, el 21%. Desafortunadamente, para Boyacá no existe información del estado actual de la diversidad de este grupo. Sin embargo, resaltaremos un aspecto sumamente importante con respecto a su relación con el ser humano. 

HIDROGRAFIA
Boyacá es un Departamento rico en agua, sus tierras están surcadas por numerosos ríos que constituyen un gran potencial eléctrico para el Departamento y el país ejemplo de ello es la represa de Chivor ubicada en la provincia de Neira que tiene 22 kilómetros de longitud y cubre 1200 hectáreas, con un volumen de 815 millones de metros cúbicos de agua. 

El río Suárez fue llamado Saravita en tiempo anterior a la llegada de los españoles a territorio boyacense; nace en la laguna de Fúquene en límites de Boyacá y Cundinamarca, a una altura de 3000 m.s.n.m; recorre la región occidental, atraviesa el municipio de San Miguel de Sema, el valle de Chiquinquirá en donde recibe el río del mismo nombre, el municipio de Saboyá, una vasta zona de la Provincia de Ricaurte como Moniquirá, San José de Pare, Santa Ana y entra al Departamento de Santander. Entre sus afluentes se pueden nombrar el Chiquinquirá, el Moniquirá, el Pómeca y el Lenguaruco. Su cuenca posee una extensión de 9823 Km2 y tiene una longitud total de 172 km, de los cuales a Boyacá le corresponde el 364.75% y el resto a Santander. (Gobernación de Boyacá, 2012). 

El río Chicamocha nace al sur de Tunja, toma los nombres de Chulo, Jordán, Grande, Sogamoso a medida que avanza en su recorrido; atraviesa el altiplano de Tunja, Tuta, Paipa, Duitama y entra a Sogamoso. Al pasar por Paz de Río, el valle se estrecha e inicia el cañón del Chicamocha. Sirve de límites con Santander. Entre sus afluentes principales figuran el Sotaquirá, el Tuta, el Pesca, el Chiquito, el Buzbanzá y el Monguí, entre otros. Durante su recorrido el río Chicamocha recibe las aguas de tipo doméstico (contaminadas) de los municipios de Tunja, Oicatá, Tuta, Paipa, Duitama, Sogamoso, Santa Rosa de Viterbo, Tibasosa, Firavitoba, Iza, Cúitiva, Tota, Pesca, Nobsa, Monguí, Mongua, Gámeza, Floresta, Busbanzá, Corrales, Tasco, Betéitiva, Cerinza, Paz de Río, Socha, Socotá y Boavita. El río Chicamocha recorre la zona industrial de Boyacá y recibe la contaminación que producen Acerías Paz del Río, Termo Paipa, sobrantes de las aguas termales de las piscinas de Paipa, del complejo industrial de Maguncia, Metalúrgica Boyacá, Zona industrial de Sogamoso y curtiembres. (Gobernación de Boyacá, 2012)

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